sábado, 10 de octubre de 2009

ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS DE VENEZUELA.

Chama (Bolívar, Pedro José)

Región de Moitaco (Edo.Bolívar) c. 1705 _ Platanal (Edo. Bolívar) 1785

Cacique caribe de la región de Moitaco, en el Orinoco. Al parecer, era el mismo personaje a quien los españoles y criollos llamaron Pedro José Bolívar. A comienzos de 1720, Chama era cacique de unas 40 familias de indígenas caribes que vivían en el lugar llamado Platanal, situado en la ribera del Orinoco, en la falda de los cerros de Araguacai, no lejos de Moitaco. En 1723, él y varios miembros de su tribu fueron capturados por una partida armada de españoles que realizaba una incursión o «entrada» y conducidos al pueblo de misión de San Salvador de Panapotar, fundado el año anterior a orillas del río Sacacuar por el sacerdote franciscano observante fray José Jurado; allí fue bautizado y recibió el nombre de Pedro José Bolívar. En 1730 los indios de Panapotar se alzaron, quemaron el poblado y huyeron a los montes.
Tres años después (1733) Chama, quien había retomado su nombre indígena, fue capturado nuevamente y conducido al pueblo de misión de Santa Bárbara de Currucay, de donde se fugó al cabo de algún tiempo. Durante unos 20 años Chama y sus compañeros vivieron en los cerros de Araguacai, escondiéndose del acoso de las partidas enviadas por los misioneros. En 1755, fray Francisco Jiménez de Borrego, franciscano observante, logró convencer a Chama para que con unos 60 indígenas más, se radicase en el pueblo de misión de San Francisco Solano del Platanal, fundado el 5 de julio de 1755 en la llanura de Itacúa, cerca de una quebrada llamada Caicarapura y a unos 2 km al S de la casa fuerte de Moitaco. A la ceremonia de fundación asistió, entre otros, el misionero fray Antonio Caulín. El cacique caribe volvió a usar su nombre cristiano de Pedro José Bolívar. Pero en 1757 se produjo una fuga general de caribes hacia los bosques de los ríos Caura, Merevari, Paragua y más lejos aún. El pueblo del Platanal fue abandonado por los aborígenes, entre ellos Chama-Bolívar. Este fue recapturado luego por los soldados del comisionado José de Iturriaga, quien le ofreció el cargo de capitán de aquel pueblo, reubicado en la boca del caño Marapiche. Chama aceptó y adoptó, definitivamente, el nombre de Bolívar. En 1775, con el título de capitán, vivía en El Platanal con su esposa Bernardina Paricurama. M.P.V.





Isabel



Isla de Margarita (Edo. Nueva Esparta) _ El Panecillo (Distrito Federal) 1558

Cacica guaiquerí. Madre de Francisco Fajardo. Hacia 1527 o 1528 tuvo su primer hijo del entonces teniente gobernador de la isla Francisco Fajardo a quien ayudó a rescatar indígenas. Más tarde se casó con Alonso Carreño de quien tuvo 2 hijos: Alonso y Juan Carreño, quienes acompañaron a su hermano en las empresas conquistadoras. Hacia 1557 Isabel acompañó a su hijo Francisco Fajardo en su viaje a Tierra Firme. Allí fue recibida espléndidamente por sus parientes indígenas, pues Isabel era nieta del cacique Charayma. Mientras Fajardo viajó a Borburata y El Tocuyo con el fin de obtener autorización para conquistar la región centro-norte de Venezuela, ella lo esperó en El Panecillo (cerca de la actual población de Chuspa, Distrito Federal). El hecho de que su madre actuara como embajadora, facilitó a Fajardo la receptividad de los indígenas de la costa quienes en un primer momento vieron en él a uno más de su pueblo, hablante incluso de la lengua indígena. Según José de Oviedo y Baños, una vez de vuelta Fajardo, Isabel murió de una enfermedad adquirida tras el envenenamiento de los pozos (1558); hecho perpetrado por los indígenas que se alzaron contra el abuso de los soldados españoles. H.B.C.







Sorocaima



Indio perteneciente a la tribu de los teques. Hacia 1570, se quiso reanudar la explotación de las minas de oro de Nuestra Señora, ubicadas en territorio de los indios teques; y para ello se empleó a un grupo de Aborígenes, lo que causó indignación en la tribu y rechazo hacia los españoles. Garci González de Silva fue el encargado de someterlos, atacó el pueblo del cacique Conopoima e hizo prisioneros a algunos indios, entre ellos a Sorocaima; González de Silva los amenazó con empalarlos si no convencían a su jefe para que permitiera el asentamiento español en su territorio. Sorocaima, lejos de amedrentarse, arengó a sus compañeros por lo que los españoles le cortaron una mano. F.P.



Manaure



Cacique que, en las primeras décadas del siglo XVI, habitó en la región de la actual ciudad de Coro (Edo. Falcón). Manaure detentaba un importante cacicazgo, presumiblemente el único constituido como tal en el hoy territorio de Venezuela. Además del poder político también reunía poderes religiosos que lo hacían aún más respetado entre los indígenas. según noticias aportadas por cronistas e historiadores del siglo XVI, en sus recorridos, Manaure era transportado en hamaca o en andas cargadas por sirvientes. Su influencia parece haberse extendido hasta las islas de Curazao, Aruba y Bonaire y en todo el territorio del actual estado Falcón, llegando hasta las riberas del río Yaracuy. Colindaba al sur con caribes y al sureste con jiraharas. Vivía en un poblado grande llamado Todariquiba situado posiblemente en las cercanías de la actual Sabaneta, a orillas del río Mitare, de donde se trasladó a Coro a partir de su fundación, razón por la cual aquél recibió el nombre de Pueblo Viejo. Existían entonces en Coro la casa fuerte y el asentamiento de Juan de Ampíes. Manaure entró en contacto con los españoles hacia 1522-1523 por medio de 2 caciques vasallos, Baracuyra y Baltasar, quienes visitaron a Gonzalo de Sevilla, agente de Ampíes en Aruba. Por medio de sus emisarios, Manaure estableció una alianza con Ampíes y al marcharse Sevilla para Santo Domingo en 1524, ambos caciques le acompañaron. En esa época, las costas de Tierra Firme eran recorridas por traficantes de esclavos y aventureros y la gobernación de Ampíes sufrió tales visitas, en una de las cuales, en 1525, fueron llevados presos a Santo Domingo más de 150 indígenas para ser vendidos como esclavos; entre ellos iban varios familiares de Manaure. Ampíes y Sevilla consiguieron rescatar a muchos de ellos, devolviéndolos a Coro con lo cual la alianza entre ambos caudillos fue definitivamente sellada. En 1528, con motivo de la llegada de Ampíes padre a Coro, Manaure fue bautizado con el nombre de Martín. Una vez llegados los Welser, Juan de Ampíes fue reducido a prisión por presunto delito de soliviantar a los indígenas en contra de los alemanes y desterrado a las Antillas. Manaure debió mantener un trato amistoso con éstos. No obstante, a finales de 1530 o a principios de 1531, después del regreso de Ambrosio Alfínger de su primera salida tierra adentro, Manaure fue encarcelado por haber reclamado unas canoas suyas apropiadas por los alemanes. Después de liberado se refugió en un pueblo cercano a Coro, en busca de seguridad para él y sus familiares. Hacia 1532 se había retirado con su gente unas 50 o 60 leguas (250-300 km) tierra adentro. Una leyenda del siglo XVII reseñada por Pedro Manuel Arcaya dice que este viaje se hizo hasta una laguna situada cerca del río Meta (Edo. Apure) con el fin de lanzar allí objetos de oro que tenía en profusión el cacique. según esta misma leyenda las calzadas prehispánicas de Barinas, anteriores a estos hechos, habrían sido construidas por los caquetíos para facilitar el paso del cacique Manaure y su comitiva por las llanuras inundadas. De él arranca el linaje de los Martínez Manaure, quienes todavía en el siglo XVIII apelaban al Rey por el título y posesión del cargo de caciques de los pueblos de Santa Ana de Coro, Caciquiare, Moruy, Río del Tocuyo, Cumarebo, Mitare, Zazárida, Capatárida y Borojó, que en 1712 ponían en duda el cacicazgo de Juan Santiago Martínez Manaure. F.P.



Cáceres de Arismendi, Luisa



Caracas, 25.9.1799 _ Caracas, 2.6.1866

Heroína patriota. Esposa de Juan Bautista Arismendi. Hija de Domingo Cáceres y de Carmen Díaz. Su padre, profesor de latín, se ocupó de enseñarle a leer y escribir, así como los principios y normas morales puestos a prueba durante los años de cautiverio y destierro de la joven patriota. 1814 fue un año adverso para la naciente República y también para la familia Cáceres; el 6 de marzo las tropas del realista Francisco Rosete asaltaron la guarnición de Ocumare y matan al padre de Luisa quien se encontraba allí por invitación de su amigo el comandante Juan José Toro. La Comandancia Militar, en Caracas, a cuyo frente se encontraba el coronel Juan Bautista Arismendi, organiza una expedición de jóvenes estudiantes y acude el día 14 en auxilio de los patriotas sitiados en Ocumare; entre los soldados de la expedición estaba Félix Cáceres, hermano mayor de Luisa. Las tropas de Arismendi son derrotadas y el hermano de Luisa es hecho prisionero y ejecutado el 16 de marzo. Las sucesivas derrotas y la ofensiva de José Tomás Boves obligan a las fuerzas patriotas a abandonar la plaza de Caracas; el 7 de julio de 1814 se emprende la retirada a oriente comandada por Simón Bolívar y José Félix Ribas; entre los emigrados marcha la familia Cáceres, durante la travesía mueren 4 tías de Luisa y sólo quedan ella, su madre y un hermano menor. Los emigrados pasan por Barcelona y se dirigen a Cumaná a donde llegan a fines de agosto, muchos de ellos consiguen pasar a Margarita donde Arismendi puede ofrecerles alguna seguridad. El coronel Arismendi busca a la familia Cáceres, a quienes había conocido y frecuentado por algún tiempo en Caracas en la Navidad de 1813, les proporciona vestido, alojamiento y demás recursos necesarios. El día 4 de diciembre de 1814 Luisa Cáceres casa con el coronel Juan Bautista Arismendi. Durante algunos meses viven en las afueras de La Asunción bajo el espionaje y la presión que las autoridades españolas mantienen sobre los simpatizantes de la causa patriota en la isla. En septiembre de 1815 se ordena apresar a Arismendi, éste escapa y se oculta con uno de sus hijos en las montañas de Copey; el día 24 de septiembre Luisa, quien se encontraba embarazada, es tomada como rehén para doblegar a su esposo y encerrada bajo la vigilancia en la casa de la familia Amnés, días después es trasladada a un calabozo de la fortaleza de Santa Rosa. Las acciones militares de Arismendi le permiten hacer prisioneros a varios jefes españoles entre ellos al comandante Cobián, de la fortaleza de Santa Rosa por lo cual el jefe realista Joaquín Urreiztieta propone a Arismendi canjear esos prisioneros por su esposa, tal ofrecimiento no es aceptado y el emisario recibe por respuesta: «Diga al jefe español que sin patria no quiero esposa». A partir de aquel momento empeoran las condiciones del cautiverio y se desvanece la posibilidad de libertad al fracasar los patriotas en un intento de asalto de la fortaleza. El 26 de enero de 1816, Luisa da a luz una niña que muere al nacer dadas las condiciones del parto y del calabozo en el cual se encuentra prisionera. Los brigadieres Juan Bautista Pardo y Salvador Moxó ordenan que se traslade a la detenida al fortín de Pampatar donde permanece algunos días, luego es trasladada a la prisión de La Guaira y posteriormente al convento de la Inmaculada Concepción en Caracas, donde ingresa como prisionera el 22 de marzo de 1816. Durante todo este tiempo se le mantiene incomunicada y sin noticias de sus familiares. Los triunfos de las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi en Margarita y por el general José Antonio Páez en Apure determinaron que el brigadier Moxó ordenara el traslado de Luisa a Cádiz, por tal razón es llevada de nuevo a la prisión de La Guaira el 24 de noviembre de 1816 y embarcada el 3 de diciembre. En alta mar son atacados por un buque corsario que se apodera de todo el cargamento y los pasajeros son abandonados en la isla de Santa María en las Azores. Imposibilitada de regresar a Venezuela, Luisa llega a Cádiz el 17 de enero de 1817. Es presentada ante el capitán general de Andalucía, quien protesta por la arbitraria decisión de las autoridades españolas en América y le da la categoría de confinada, le asigna una pensión de 10 reales en vellón diarios y confía su protección al médico José María Morón y su esposa Concepción Pepet, luego que pagan una fianza y se comprometen a presentarla mensualmente ante el juez de alzada. Durante su permanencia en Cádiz, se negó a firmar un documento donde manifestaba su lealtad al Rey de España y renegaba de la filiación patriota de su marido a lo cual respondió que el deber de su esposo era servir a la patria y luchar por libertarla. El destierro transcurre sin noticias de su madre y su esposo. En marzo de 1818 el teniente Francisco Carabaño y el inglés Mr. Tottem se ofrecen para ayudarla a trasladarse a América; se hacen todos los preparativos pertinentes para la fuga y la joven promete que su esposo pagará todos los gastos al arribar a tierra margariteña. Se despide de la familia Morón y emprende viaje a bordo de una fragata de bandera norteamericana. El 3 de mayo de 1818 llega a Filadelfia donde conoce a la familia del general Lino Clemente, emigrados a Estados Unidos, quienes le brindan amistad y apoyo. El coronel Luis Rieux, comisionado por Arismendi, visita a Luisa y se encarga de su traslado a Margarita a donde llega el 26 de julio de 1818. Posteriormente, el 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución mediante la cual se le concedía absoluta libertad y facultad de fijar su residencia donde quisiera. Residió en Caracas hasta el día de su muerte. Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional el 24 de agosto de 1876. O.A.P.



Camejo, Josefa



Curaidebo (Edo. Falcón) 17.5.1791 _ ¿Maracaibo? (Edo. Zulia) c. 1870

Heroína de la Independencia. Su nombre completo era Josefa Venancia de la Encarnación Camejo Talavera. Hija de Miguel Camejo y de Sebastiana Talavera y Garcés, también conocida como doña Ignacia. Inició sus estudios en el colegio de las hermanas Salcedo en Coro y luego fue enviada a un convento de monjas en esa ciudad, donde completó su educación y se sintió interesada por las ideas republicanas. En 1810 se encontraba en Caracas y tuvo oportunidad de vivir los sucesos del 19 de abril. En 1811, viajó a Mérida donde su tío, el sacerdote Mariano Talavera y Garcés era rector del Seminario de esa ciudad; allí conoció al coronel Juan Nepomuceno Briceño Méndez, con quien contrajo matrimonio y junto con su madre se trasladó a Barinas. En esta ciudad, en unión de varias señoras, firmó un documento, el 18 de octubre del mismo año, intitulado Representación que hace el bello sexo al Gobierno de Barinas; dicen las firmantes que, enteradas de la invasión que intentan los guayaneses por San Fernando, se ponen a la orden para la defensa de Barinas y que, lejos de temer a los horrores de la guerra, el estallido del cañón no hará más que alentarlas. A principios de noviembre de 1813, Barinas fue asediada por los realistas al mando de José Antonio Puy, por lo que el gobernador, Manuel Antonio Pulido, se vio obligado a realizar la emigración de la población hacia San Carlos (Edo. Cojedes), a la que se incorporan Josefa y su madre. Esta última muere ahogada cuando atravesaba el río Santo Domingo. En San Carlos, la gente que había emigrado de Barinas se incorpora a las fuerzas de Rafael Urdaneta y se dispuso que los hombres protegieran a las mujeres durante el viaje hacia Nueva Granada. Entre estas mujeres iba Josefa Camejo, quien durante la travesía se dedicó al cuidado de los heridos. Al llegar a Nueva Granada se unió a las familias republicanas y permaneció allí 4 años. Decidió regresar a Venezuela y viajó disfrazada de mendiga, o de campesina. A mediados de 1818 llegó al pueblo de Aguaque y luego se fue a su hato de Paraguaná. En 1821, al frente de 300 hombres, algunos de ellos esclavos que trabajaban en sus tierras, propició una rebelión contra los realistas de la provincia de Coro; pero fueron derrotados, y Josefa Camejo se arroja al mar para salvarse. El 3 de mayo, con una escolta de 15 hombres se presentó en Baraived, lugar donde temperaba el jefe realista Chepito González, a quien enfrentó y derrotó; se dirige luego a Pueblo Nuevo, donde es comandante Segundo Primera, quien se pasa a la causa republicana y logran poner preso al gobernador, por lo que se nombra a un gobernador civil republicano: Mariano Arcaya. El 3 de mayo, Josefa Camejo leyó en Pueblo Nuevo el manifiesto que declaraba libre a la provincia de Coro y se juró fidelidad a la República. Después de la Independencia se retiró a sus haciendas hasta 1840, cuando casó en segundas nupcias con el doctor José Bracho y se radicó en Maracaibo donde posiblemente murió. M.S. de L.



Arrambide de Pacanins, Luisa



La Guaira (Distrito Federal) c. 1797 _ San Juan (Puerto Rico) 27.8.1825

Heroína de la Independencia. Hija de Juan Javier de Arrambide y de Petronila Roldán. Su padre, comerciante vasco, residía en La Guaira en 1797, y ese mismo año fue acusado de participar en la conspiración de Gual y España y perseguido por las autoridades españolas. Más tarde, el hogar de Luisa Arrambide fue un centro de reunión para el talento y la elegancia de la época, frecuentado por Simón Bolívar y Tomás Montilla entre otros. Hay historiadores que sostienen que Bolívar cortejó a Luisa, quien no le correspondió por diversas razones, entre éstas por encontrarlo «muy pretensioso». Además de la actividad cultural que Luisa promovía, en su casa se trataban también asuntos relativos a la política proindependentista. Su devoción y adhesión a las ideas patrióticas la hicieron blanco de la furia y la hostilidad de los realistas. Después de la entrada de José Tomás Boves a Caracas en 1814, Luisa Arrambide fue condenada a ser azotada públicamente en la plaza de San Juan, hoy plaza de Capuchinos. En uno de los artículos periodísticos escritos en 1815, en Jamaica, Bolívar se refería a este hecho y suponía que a consecuencia del cruel castigo la joven (a quien llama «la más bella Criatura» y la «bellísima Luisa Arrambide») había muerto. Esto último no resultó cierto. Luisa emigró más tarde a Puerto Rico, donde se hallaba ya hacia 1820-1821, cuando contrajo matrimonio con Tomás Pacanins Nicolao. De ese enlace vinieron al mundo 5 hijos. Al nacer el último falleció la madre, muy probablemente en la ciudad de San Juan, a pesar de los últimos cuidados que le prodigó el médico venezolano José María Vargas. Luisa Arrambide tenía al morir unos 28 años de edad. A.M.F. de R.



García de Hevia, Francisco Javier



La Grita (Edo. Táchira) 16.2.1763 _ Bogotá, 6.7.1816

Abogado y político, dirigente del movimiento emancipador de Bogotá. Hijo de Salvador García y de Juana María de Hevia. Hermano de Juan José García de Hevia, quien fue uno de los líderes principales del Movimiento de los Comuneros en los Andes venezolanos. Después de estudiar las primeras letras en su ciudad natal, Francisco Javier García de Hevia marchó en 1784 a Santafé de Bogotá, capital del virreinato de la Nueva Granada. En el colegio de San Bartolomé cursó estudios hasta graduarse en 1789 de doctor en derecho civil y canónico. Se incorporó poco después al Colegio de Abogados de esa ciudad y en 1793 al de Caracas, mediante gestiones realizadas por un apoderado en el segundo caso. En junio de 1791 había contraído matrimonio en Bogotá con Juana Petronila Nava, oriunda de Cúcuta. García de Hevia ejerció la abogacía en la capital del virreinato y ocupó el cargo de vicerrector del colegio de San Bartolomé. Al estallar el movimiento revolucionario del 20 de julio de 1810 en Bogotá, fue uno de sus adherentes y desempeñó notables cargos políticos. Su esposa, también partidaria de la causa de la independencia, contribuyó a propagar esas ideas entre las damas de la sociedad bogotana. Al ser declarada la independencia de Cundinamarca, García de Hevia fue uno de los primeros en juramentarse en su defensa en julio de 1813. A mediados de 1815, cuando las fuerzas de la expedición del general español Pablo Morillo amenazaban ya las costas de la Nueva Granada, fue nombrado gobernador de Cundinamarca, y como tal sostuvo el esfuerzo bélico para auxiliar a Cartagena hasta que cesó en esas funciones el 12 de marzo de 1816. Al entrar los realistas en Bogotá, fue arrestado, juzgado sumariamente por orden del general Morillo y fusilado el 6 de julio de 1816, junto con otros dirigentes civiles de la revolución, en la llamada Huerta de Jaime, entonces situada en las afueras de la ciudad (hoy plaza de los Mártires). A.E.L.B.


Imprimir